sábado, 7 de noviembre de 2009

DESEO


DESEO: hay una conocida historia real sobre una expedición antropológica que intentó tomar contacto con una tribu salvaje de la selva de Nueva Zelanda; se suponía que esos aborígenes bailaban una terrible danza de guerra con máscaras grotescas. Cuando la expedición llegó hasta la tribu, ellos se prestaron a danzar frente a los científicos, y el baile se ajustaba de hecho a la descripción, de modo que los exploradores obtuvieron el material que deseaban sobre las extrañas y horribles costumbres de ese pueblo. Sin embargo, poco tiempo después se demostró que esa danza salvaje no existía en absoluto: los aborígenes sólo habían tratado de satisfacr el deseo de los exploradores; hablando con ellos descubrieron lo que querían y lo representaron para darles gusto. Esto es lo que Lacan quiere decir cuando afirma que el deseo del sujeto es el deso del Otro: los exploradores recibían de vuelta desde los aborígenes su propio deseo; lo extraño y perverso que les parecía insólitamente terrible se montaba exclusivamente para ellos.

Zizek, Slavoj. Porque no saben lo que hacen. El goce como factor político. Buenos Aires:Paidos, 1998. pág. 148.

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